La mejor manera tanto de recoger como de eliminar los residuos y los materiales reciclables de forma rentable es reducir el volumen compactando el material. Dependiendo del material de partida, hay diferentes prensas adecuadas, aunque el proceso básico sea siempre el mismo: los materiales se comprimen a alta presión hasta que sólo queda una fracción de la masa original. De este modo se obtienen prácticas balas o briquetas que pueden ser fácilmente procesadas posteriormente o incluso vendidas.
Un procedimiento bien conocido
Cualquiera que se haya subido alguna vez a un contenedor de papel desbordado o haya intentado aplastar residuos de jardín como hierba, ramas, etc., sabe que la compactación crea más espacio en el contenedor. Con la fuerza física pura, el efecto es limitado pero aún perceptible. Sin embargo, con mayores volúmenes de residuos, el proceso puramente manual se vuelve difícil, lento y también peligroso. Además, ciertos tipos de material sólo pueden comprimirse permanentemente aplicando una gran fuerza.
¿Cómo proceder correctamente con qué material?
El papel de aluminio y la espuma, por ejemplo, tienden a volver a expandirse, y hay que ejercer una gran presión sobre materiales como latas, chatarra eléctrica, barriles y similares para que pierdan volumen. El cartón y el papel son menos complicados, pero la preparación -es decir, romper grandes unidades- consume mucho tiempo que podría emplearse en otra cosa. Por lo general, la espuma de poliestireno sólo puede compactarse satisfactoriamente a máquina.
Grandes tareas, muchas oportunidades
Strautmann ofrece la prensa adecuada para cada tipo de material. Entre ellos se incluyen modelos pequeños y reducidos, así como versiones de gran tamaño adaptadas a las necesidades industriales. Independientemente de la variante, en todas las máquinas se utiliza un escudo prensador o un punzón para el proceso de prensado. El material se introduce manual o automáticamente y pasa a una cámara de compresión donde se comprime. El principio de este proceso es siempre el mismo, independientemente de qué sustancias se procesen y en qué cantidad. Funciones y máquinas adicionales como trituradoras, perforadoras, deshidratadoras, etc. amplían las posibilidades de las prensas y adaptan así de forma óptima el proceso al material.