Es imposible imaginar la vida cotidiana sin papel. Ya sea en la oficina o como material de embalaje: el papel se acumula en todas partes en grandes cantidades y también hay que deshacerse de él. Afortunadamente, se trata de un material reciclable que puede devolverse con relativa facilidad al circuito de reciclaje y que las empresas de eliminación de residuos adquieren con facilidad. Si se preparan adecuadamente, por ejemplo prensándolas en balas muy comprimidas, pueden obtenerse beneficios adicionales.
Materia prima valiosa
En su estructura básica, el papel está hecho de madera. Las fibras forman el armazón de muchos tipos diferentes de papel, desde el coloreado hasta el estucado y el satinado. Aunque la madera es un recurso renovable, las existencias de árboles no pueden regenerarse con la suficiente rapidez dada la elevada demanda mundial de papel. Esto no sólo se debe a la producción de papel: muchos otros productos también se componen o se basan en la madera. Además, existen influencias medioambientales negativas y otras razones que provocan la disminución de la población arbórea. Recoger papel equivale, por tanto, a actuar ecológicamente y conservar los recursos, porque cuanto más se recicla, menos madera hay que utilizar para la producción de papel.
El papel reciclado en forma de residuos de papel es actualmente una de las fuentes más importantes de materias primas en Europa. Muchos periódicos y, sobre todo, el material de embalaje, se componen ahora de un 100% de papel recuperado, y la proporción de papel recuperado en productos de alto valor, como las revistas, también aumenta constantemente.
Ayudantes para una acción sostenible y económica
Las prensas de papel pueden utilizarse para recoger papel de forma eficaz y económica en la empresa. Estos comprimen el material voluminoso a una fracción de su volumen original. Esto crea espacio para el almacenamiento intermedio y simplifica el transporte. Si entonces se decide por una máquina con tecnología innovadora, ahorrará mano de obra y tiempo al mismo tiempo, porque las cajas de cartón ya no tendrán que rasgarse ni doblarse. Como las prensas son compactas y en parte móviles, requieren poco espacio en el suelo y pueden utilizarse allí donde se produzca el papel.